Fueron treinta y siete años los que vivió Vincent van Gogh; pero desde el 30 de Marzo de 1853 hasta el 29 de Julio de 1890 desarrolló quizá la más apasionante aventura humana de la historia del arte contempóraneo. "Soy un hombre de pasiones", escribió en una ocasión. Y se equivocaba. Él era la pasión. Era un espiritu atormentado por la grandeza de unos ideales a los que sacrificó toda su vida. Acercarse a Van Gogh no es adentrarse en la vida más o menos sugerente de un pintor, sino adentrarse en un alma que es capaz de renunciar a todo para comunicar sus más profundos sentimientos. "Quiero llegar tan lejos que la gente diga de mi obra: él siente de una manera profunda, tierna."
"ENTRECOLORES." El sol recorre la azul tela y la luz se extiende y se empequeñece, se dispersa. Las sombras trabajan entre las arboledas y las cosas importantes, diversas, diminutas, bellas o feas. Los pintores, poetas de los colores, se llenan del arcoiris y salen a plasmar de la vida, lo humano y lo mágico. ROBERTO BESCÓS CONCHA.